miércoles, 8 de julio de 2015

Herencia del sexo



Las características sexuales dependen como las demás características de lo que está escrito en los genes, y por lo tanto se heredan. La herencia no es igual en todos los animales y plantas, pues se determina por factores diferentes. Nosotros vamos a estudiar el caso de nuestra especie y pondremos algún ejemplo más.
En la especie humana, las características sexuales secundarias se encuentran todas (junto con otros genes) en un mismo cromosoma, que es el par número 23. Hay dos tipos de cromosomas sexuales: el X y el Y. La mujer tiene los dos cromosomas de tipo X y el hombre tiene un cromosoma X y uno Y. Estos cromosomas se llaman cromosomas sexuales, y los otros (los otros 22) se denominan autosomas. El conjunto de todos los cromosomas se denomina cariotipo.
            En la formación de los gametos femeninos por meiosis, todos ellos llevarán 22 autosomas y un cromosoma X. El hombre produce espermatozoides, también por meiosis, a partir de sus espermatogonias (las células productoras de gametos): en este caso se pueden formar dos tipos de gametos, todos con 22 cromosomas, pero unos (el 50%), con un cromosoma X, y los otros (el otro 50%), con un cromosoma Y. 


            En la famosa mosca del vinagre, el sexo es debido también a dos cromosomas, y el macho es el sexo heterogamético, por lo que su herencia se realiza de la mima manera. Hay otras especies en las que el macho es el homocigótico y la hembra la heterocigótica, y hay otras en las que se hereda de otras maneras.

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