lunes, 8 de diciembre de 2014

Genética (4)

Primeros experimentos y primeros cruces



Fijándose en la característica del color del guisante (amarillos y verdes), cruzó una planta raza pura para guisante amarillo con otra raza pura de guisante verde. El resultado fue que todos sus descendientes tenían los guisantes de color amarillo.



            Repitió el experimento y siempre salía el mismo resultado. De aquí dedujo su primera ley.

Primera Ley de Mendel o Ley de la uniformidad de la primera generación. Dice que al cruzar dos razas puras, todos los descendientes son iguales. 

          El segundo experimento consistió en cruzar dos de los descendientes de guisante amarillo del anterior cruce, ambos híbridos. El resultado fue la aparición de dos tipos de plantas, unas con guisantes amarillos y otras con guisantes verdes. La proporción de plantas era 3:1 (75% y 25%) a favor del carácter amarillo, que es el que había aparecido en todos los individuos de la primera generación. 

El hecho de que al autofecundarse plantas de guisantes que habían nacido de semillas amarillas, se obtuvieron frutos con semillas verdes implicaba que estas plantas podían tener la información hereditaria para la característica verde.  Si en ellas no se manifestaba, debía ser porque la otra información (amarilla) era de alguna manera, dominante. Así pues, la información hereditaria debía encontrarse por duplicado (muy interesante esto último, pues sin quererlo ni saberlo, descubre el carácter diploide o haploide de las células).

            A partir de estos resultados Mendel dedujo su segunda ley, 

Segunda Ley de Mendel o Ley de la Segregación o de la Disyunción, que se puede expresar como sigue: Los dos factores hereditarios que hablan de un mismo carácter, se separan, en el momento de la formación de los gametos (durante la meiosis), y se vuelven a juntar de manera aleatoria (formando nuevas combinaciones) en la fecundación.




 

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